martes, 1 de diciembre de 2009

Paralelo de las obras de Ciro


Las obras de Ciro Alegría tienen una notoria similitud; Matías Romero, Simón Robles y Rosendo Malqui son los tres personajes de las obras mas leídas de Ciro Alegría.


Los tres personajes representan la experiencia por los años de vida que tienen, demuestran su generosidad tratando bien a la gente, y el coraje por defender su derechos por ellos mismos y por su gente.


Matías Romero es el personaje de la obra "La serpiente de oro" cuyo papel es un hombre maduro que por su experiencia sabe todos los trucos para cruzar el río marañón y ayuda a los forasteros. Simón Robles es uno de los personajes de la obra "Los perros hambrientos"; él tiene cuatro hijos, es una persona trabajadora, gentil, firme para tomar decisiones que aveces pueden ser dolorosas al igual que el personaje Rosendo Malqui de la obra "El mundo es ancho y ajeno"; este es una persona que le gusta ayudar a la gente, apreciada por la gente de su pueblo ya que llego a ser hasta alcalde de este y por esto fue víctima del abuso por buscar que se cumplan sus derechos y el de su pueblo.


Los tres personajes son el reflejo de como era el hombre de antaño.

UN ESCRITOR EN LA POLITICA


Desde muy joven el famoso escritor Ciro Alegría formo parte del partido de centro-izquierda APRA en busca de influir en la ideología política de este partido debido a un sentido humanista que compartía por sus hermanos nativos peruanos, de quienes mucho tiempo atrás se había interesado y de quienes empezó a conocer; al ver como estos vivían en una interminable opresión por parte de quienes ostentaban el poder es cuando como ya lo mencionamos decide convertirse en un militante aprista.

Al pasar el tiempo Ciro notaba que solo era un peón que cumplía ordenes y sus ideas no eran tomadas en cuenta, es entonces cuando este entra en total discrepancia con la ideología de este partido, por el cual este había sido sometido a barbaridades como lo fue el caer preso en 1932, proceso por el cual después de un año es desterrado a Chile en donde escribió una obra llamada El Mundo es Ancho y Ajeno donde le dedica unas lineas a aquel partido que le quito tantos años en vano, ya que nunca logro nada diciendo: Si entré al aprismo en tiempos en que el aprismo era socialista, fue por ayudar a lo que parecía una causa de justicia.” naturalmente estas lineas denotan el rencor que guardaba el escritor por el ya mencionado partido.

Cuando Alegría conoce a Belaunde Terry, el ya fuera del APRA, este se encarga de mostrarle extensamente cual era la ideología y los fines que perseguía ACCIÓN POPULAR, partido del cual Terry era cabeza, dando como resultado un enorme interés del escritor y viéndose en la posibilidad de verdaderamente ayudar a sus hermanos nativos ingresa a formar parte de este ultimo partido.

Esta es la razón por la cual el pasado 4 de noviembre, fecha de nacimiento de Ciro Alegría, en nuestro país fue tan solo un día mas de aquellos sin ningún reconocimiento ya que el actual gobierno es APRISTA.

A manera de conclusión y en un sentido muy personal puedo decir que Ciro Alegría fue un nato humanista he incansable luchador por los Derechos Humanos así como de aquellos que se encontraban rodeados por la enorme opresión de aquellos tiempos, hombre de valores y templo de principios, conocedor de su gente y maravilloso escritor Ciro Alegría no es mas que un fugaz pionero en la política nacional pero si un radiante sol de las letras.

SARTIMBAMBA


En la presente imagen que apreciamos, podemos observar al pueblo de Sartimbamba en la provincia de Sánchez Carrión, donde Ciro Alegría nació, al ver la imagen podemos apreciar la belleza que tiene la sierra liberteña muy parte de su precioso clima y naturaleza; con sus quebradas, el verdor de los arboles y cultivos que le dan un tono acogedor y calido alrededor del pueblo, como si este se encontrara como un bebe en los brazos de su madre dandole amor calor y todo el cuidado que este se pueda merecer.
En todo lugar y por donde se lo mire las viviendas de los habitantes de este pequeño pueblo estan hechas con un techo en forma triangular cubierto por el tejado color ocre que nos traslada automáticamente a la sierra, este tipo de techo sirve para amortiguar las intensas lluvias de la zona que caen con una fuerza sorprendendente, también podemos ver he imaginarnos caminar por aquella iglesia cubierta de un hermoso color blanco que nos muestra un sentimiento de paz y trankilidad, y por que no por su maravillosa plaza mayor en el corazon del pueblo, la misma que esta rodeada por maravillosos y frondosos arboles.

Un día de la vida de Ciro Alegría en el Colegio San Juan


Allí estaba la inmensa puerta por donde ingresaban los alumnos. Y allí el maestro de pie, recibiendo a los niños. Vestía un traje oscuro, era flaco y ausente, él era Cesar Vallejo.

Lo recibió con cordialidad y lo llevo al salón, asignándole una carpeta. Luego lo integró a otros niños que jugaban diciéndoles:

- Aquí tienen un nuevo compañero. Jueguen con él. Mientras el maestro avanzó nuevamente al portón a dar la bienvenida a los alumnos que llegaban.

Los niños costeños lo rodearon curiosos. Se le acercaron y uno de ellos mirándole detenidamente y viéndole sus mejillas le dijo:

-¡Serrano chaposo! - hecho que causó la risa de todos.

El se sintió avergonzado y se retiró del grupo, deambulando por inmensos corredores y por los distintos patios llenos de bullicios alumnos.

Su profesor había empezado a buscarlo patio por patio y salón por salón. Por fin lo encontró. Lo cogió de la mano y lo condujo a su aula diciéndole:

-¿Qué pasó? ¿Te perdiste?

Ciro Alegría recordaba su mano nervuda, grande y cálida. En algún momento quiso zafarla y el maestro la retuvo.

En el colegio lo que me gustaba mucho del profesor era que nos dejaba contar historias, hablar de las cosas que veíamos cada día.

Cierta vez se interesó grandemente en el relato de las aves de corral de mi casa. Me tuvo toda la hora contando cómo peleaba el pavo con el gallo, la forma en que la pata nadaba con sus crías en el pozo y cosas así. Cuando me callaba ahí estaba él con una pregunta acuciante. Sonreía mirándome con sus ojos brillantes y daba golpecitos con la yema de los dedos, sobre la mesa. Cuando la campana sonó anunciando el recreo me dijo:

"Has contado bien"

Sospecho que ese fue mi primer éxito literario.